La nitidez secreta de las cosas
levanta un mundo nuevo en mi mirada,
que también es secreta y lleva un mundo.
Se abre entonces la ceguera del día
y la luz no cabalga sólo sombras.
Tu mano está en la idea de tu mano.
Mi palabra se instala
como una lluvia interna en todas partes.
Los pájaros sostienen a los árboles,
los muertos a la tierra,
y el amor, que es ausencia,
perfecciona su forma de ojo abierto.
La nitidez del caos
me salva hoy como un vientre junto al mío,
me puebla la ciudad apasionada
que cuelga entre mi ausencia y mi presencia.
Segunda Poesía Vertical – 1963
Roberto Juarroz